Natividad Camejo nació con 600 gramos y cinco meses de gestación. Ahora tiene 17 años y dice que no tiene recuerdos de su paso por la sala de neonatología del Hospital Centenario, donde estuvo tres meses. "Me contaron que los médicos decían que no iba a sobrevivir pero salí adelante, por eso de segundo nombre me llamo Milagros", dice la joven que hoy cursa el segundo año en la Escuela 409 del barrio 7 de Septiembre y concurre a la escuela de Paraguay 626, Servicio Pedagógico Especial (escuela Nº 513) de integración para discapacitados. A causa de la prematurez perdió la visión por una retinopatía.
"De chica me cuidaron mucho y todavía me siguen cuidando aunque me pueda manejar bien. Por suerte en la escuela todos me ayudan. De chica me enfermaba por cualquier cosa, ahora estoy bien pero me pongo todas las vacunas", cuenta Natividad quien hace unos años perdió a su mamá.
Hoy vive con su papá y su hermana y considera que tuvo "una buena vida". "Mi familia me adora, todos se portan muy bien conmigo, hace poco cumplí 15 años y me hicieron una gran fiesta. Mi sueño es estudiar profesora de música y ser cantante. Aspiro también a que me traten como una chica normal", asegura.
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