cuando se
habla de la biblioteca de Alejandría se dice que es la memoria de la humanidad.
Eso es el libro y es algo más también, la imaginación. Porque, ¿qué es nuestro
pasado sino una serie de sueños? ¿Qué diferencia puede haber entre recordar
sueños y recordar el pasado? Esa es la función que realiza el libro.
Yo diría que
la literatura es también una forma de la alegría. Si leemos algo con
dificultad, el autor ha fracasado. Por eso considero que un escritor como Joyce
ha fracasado esencialmente, porque su obra requiere un esfuerzo.
Un libro no debe
requerir un esfuerzo, la felicidad no debe requerir un esfuerzo. Debemos
leer únicamente lo que nos agrada, un libro tiene que ser una forma de
felicidad.
Y creo que
una forma de felicidad es la lectura; otra forma de felicidad menor es la
creación poética, o lo que llamamos creación, que es una mezcla de olvido y
recuerdo de lo que hemos leído.
Yo
sigo jugando a no ser ciego, yo sigo comprando libros.
Si leemos un
libro antiguo es como si leyéramos todo el tiempo que ha transcurrido desde el
día en que fue escrito y nosotros. Por eso conviene mantener el culto del
libro. El libro puede estar lleno de erratas, podemos no estar de acuerdo con
las opiniones del autor, pero todavía conserva algo sagrado, algo divino, no
con respeto superticioso, pero sí con el deseo de encontrar felicidad, de
encontrar sabiduría.
Eso es lo
que quería decirles hoy.
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