El siguiente es un apunte de clase basado en varios textos:
La noticia un hecho verdadero, actual, inédito y de interés
general relatado desde el punto de vista de un periodista y publicada en un
medio de comunicación.
Etapas:
1) valoración (qué es noticiable)
2) recolección de datos (en distintas fuentes, investigación)
3) elaboración (qué
tratamiento le doy)
4) difusión
Objetivos de
la noticia: informar, hacer comprensible, formar opinión, su lectura debe dar
placer (no se puede aburrir al lector).
Tratar los hechos en forma aislada no facilita su comprensión. Hay
que tener en cuenta
3
dimensiones:
-histórica (lo que pasa hoy tiene sus raíces en el pasado)
-mundial (lo que pasa aquí tiene que ver con lo que pasa en el mundo)
-social (un hecho siempre conlleva conflictos, intereses, alguien
se beneficia, alguien se perjudica)
Una noticia debe responder básicamente a las 5W: qué,
quién, cuándo, dónde y cómo. Y para ponerla en contexto por qué y con qué
consecuencias.
La
objetividad no existe pero
sí periodistas que la buscan. La subjetividad
no obstante se cuela por lo menos a través de tres acciones del trabajo
periodístico: la selección, la jerarquización y el tratamiento de la noticia.
El criterio de selección de algunos medios nos presenta un mundo
de cosas raras, de desastres, de famosos, un mundo loco, sin explicaciones. En
vez de informarnos, nos distraen. En vez de aclararnos, nos confunden, en vez
de despertarnos, nos adormecen, en vez de unirnos, nos dividen, en vez de
fortalecernos, nos debilitan. Sirven para mantener una situación de dominación
y quitarnos las ganas de cambiarlas
Fuentes:
el protagonista es la primera fuente, la más directa
organizaciones (que hacen llegar gacetillas a los medios)
testigos
corresponsales
documentos, datos
agencia de noticias
Los
rumores no son noticia. Siempre hay que chequear y verificar. Tampoco son noticia los hechos de la vida
privada de las personas, salvo que afecten la vida pública. En temas
controvertidos dar cuenta de todas las posiciones.
El periodista tiene derecho a no revelar la fuente. Este derecho
forma parte de la libertad de prensa y es garantía de un periodismo
independiente. Ahora lo que se dice off de record no es publicable. Solo sirve
para iniciar una investigación.
***
Ya investigué los hechos. Ahora, antes de redactar la noticia tengo
que tener en claro qué
quiero decir y a quién. Entender lo que se va a contar.
Dilucidar dónde está el corazón de la cosa. Preguntarme qué quiero que entienda
o se pregunte el lector después de leerme. Qué va a hacer que valga la pena,
qué lo va a hacer distinto de lo que se cuenta cientos de miles de veces en
todo tipo de medios. Si algo me llama la atención especialmente, tengo que
confiar en que eso va a llamarle la atención a los demás: confiar en ese
entusiasmo por las cosas que me sorprenden o interpelan, y centrarme en ellas.
La lectura o no lectura de una nota, en general, se juega en el
primer párrafo: la
cabeza. Ahí es cuando se capta o no se capta la atención del lector.
Para eso hay estrategias variadas: la concentración de información (estructura
de pirámide invertida). Producir algún efecto en el lector: placer,
indignación, asombro, algo.
El texto periodístico debe ser claro.
A partir de allí, la receta es tan simple que muy pocos la usan:
desplegar información, datos y más datos, procurar que cada párrafo tenga por
lo menos una idea. Y, al final, un buen remate. Remate no significa moraleja,
consejo, editorial sedicente o solapada, sino un dato que funcione como
síntesis, paradoja, puesta en cuestión, chanchán.
Un periodista informa, no juzga, no da consejo, evitar por lo
tanto el tono meloso, severo, moralista. Las notas no son banquitos: no deben
usarse para subirse encima, levantar el dedo y decir sho opino que. Por
supuesto, cada cual tiene una opinión sobre cada cosa, y esa opinión influye en
lo que escribe.
Escribir consiste nada más y nada menos que en elegir palabras.
Hay que dominar palabras para que las palabras no te dominen a ti. Muy útil, en
estos tiempos cibernéticos, un sitio ibérico: www.fundeu.es,
la “Fundación del Español Urgente”).
Lo habitual es escribir en tercera persona.
Evitar en lo posible los adjetivos (el adjetivo es la arruga del
lenguaje #Carpentier). Malviviente, inadaptado, etc. El lector es inteligente,
dejemos que el solo saque una conclusión de cómo son las cosas. Y si se usa algún
adjetivo, su lugar está detrás del sustantivo.
–En los textos periodísticos abundan las “segundas palabras”. Aparecen
cuando el periodista piensa hospital y escribe nosocomio, piensa entró y
escribe ingresó. Esas segundas palabras suelen venir de jergas policiales,
políticas, deportivas. Pero un texto periodístico no es un campeonato de
sinonimia, y en general las segundas palabras son mucho más imprecisas, feas y
berretas que las primeras. Así que, salvo error u omisión: ¡usen las primeras
palabras, que tan bien dicen lo que dicen!
Una variante particularmente insidiosa de las segundas palabras
son los eufemismos.
Duro con ellos: la guerra de Irak es guerra y no conflicto. Si hay torturas no
es abuso. Un reajuste o reestructuración de tarifas suele ser un aumento.
Otra son las siamesas. Hay palabras que se siamesaron y formaron
monstruitos antipáticos: la atención ya no puede ser llamada poderosamente, los
admiradores no son más fervientes, el dramatismo hondo, las lloviznas pertinaces.
Empuñen, sin temblor, el bisturí: para reinar, dividan.
Evita lugares
comunes: voraz incendio, llovizna pertinaz, citado nosocomio, desenlace
fatal, intersección de ambas arterias, rugiddo de las tribunas, prestigioso
facultativo, aplastante mayoría, prundente accionar de la policía, arma de
grueso calibre, darse a la fuga, según manifestaron testigos oculares,
infructuosa pesquiza, frondoso
prontuario, esfuerzo titánico.
El
verbo es la forma de describir una acción. No lo traicionemos usando la
voz pasiva. El tiempo verbal más simple, directo, creible y útil es el pasado.
Cuando uno empieza a escribir en un tiempo debe sostenerlo a lo largo del
texto. Evitar los verbos en y los gerundios.
El sujeto y el verbo se necesitan como el sol y su luz. No hay
nada más letal para esa relación que intercalarles una coma. Las comas son la
segunda causa de muerte en accidente laboral periodístico: las comas no sirven
para respirar, sino para darle estructura a una frase.
Si
no saben si sino se escribe sino o si no, siempre pueden ir y preguntar. Por
ahora: si no es sino de destino, si no quiere decir que no tienen que escribir
eso sino esto, sino se escribe si no. Y si no, sino. Más claro, agua, vecino.
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