Herminia Madre: "El nunca más tiene que ser nuestro ABC"

El 23 de mayo Herminia Severini, madre de la plaza, vino a nuestra escuela a charlar con 1ero y 3er año de Comunicación. No es la primera vez que viene. Vive cerca de la escuela y le gusta hablar con los jóvenes. A nosotros, su visita nos sirvio para conocer con más profundidad nuestra historia.

Madre: Estoy contenta de estar aquí, hablando con ustedes. Sin estas charlas mi vida no tendría sentido porque no sería una lucha.
¿Alguno sabe qué es este pañuelo?

Alumno: ¿El pañal de su hija?

Madre: Muy bien. ¿Alguien más lo sabía? Yo cada vez que uso el pañuelo me emociono porque siento esa sensación de que acá está la cola de Adriana. Y eso me da mucha fuerza para seguir luchando y llevando la palabra. Esa palabra que tenemos que usar como el ABC: NUNCA MAS. Lo que pasó no se debe permitir nunca más.
Hay que sacar las cosas de adentro. Hay que decirlas. Cuando saco de adentro comparto con los demás y es la única forma de mantenerse fuerte y con mucha salud.
A pesar de que se dice hoy que estamos más comunicados con Internet, a mi me encanta el contacto humano. Así como ahora, mirándonos a los ojos. Mirarle los ojos a la gente es comprometerse. Internet me parece muy frío, a pesar de que yo me engancho chateando porque estoy en esta época y no me puedo quedar. Tengo años (más de ochenta), pero no soy vieja.

Alumno: ¿Cómo se inició su protesta?

Madre: No empezó cuando desapareció mi hija. Yo soy enfermera y por luchar por nuestros derechos me echaron de siete sanatorios. Pero esto de ir a buscar a mi hija fue distinto. Fue muy fuerte. Los hijos no se desaparecen. Los hicieron desaparecer. En ese momento trágico que era la dictadura militar.
¿Para que se hizo ese genocidio? Para que hoy vivamos como vivimos. Sin trabajo, sin posibilidades. La escuela sin gas, sin vidrios. Sin zapatillas los chicos. Para someternos. Para que no pensemos. Porque al poder le pesa mucho que nosotros pensemos. Que digamos qué necesitamos. Comida, ropa, una casa digna, agua, luz... Vacaciones ¿por qué no?
Entonces se preparó esto en toda América Latina para que no se haga la revolución como se había hecho en Cuba. En todos los países había militares que se educaron en la Escuela de las Américas para matar, para hacer desaparecer a la gente. Había que crear tremendas condiciones de terror y de miedo. Pusieron el estado de sitio. ¿Saben que es eso?

Alumno: No valen los derechos humanos.

Madre: Sí. Más de tres personas no podíamos estar reunidas. Y no sólo eso. A la noche no podíamos estar en la calle. Había que cortarse el pelo. No se podía usar minifalda. Era una dictadura.
Cuando salimos a buscar a nuestros hijos, nos encontramos las madres. Íbamos al comando, ahí donde ahora está ese bar que parece tan hermoso, el Rock & Feller, pero ahí adentro torturaban y mataban. Ahí adentro se decidía la vida y la muerte.

Alumno: ¿Cómo era Adriana?

Madre: Adriana era una chica como todas, revoltosa, inquieta pero muy estudiosa, cumplidora, ayudaba al otro.

Alumno: ¿Las bicicletas que están pintadas por toda la ciudad tienen algo que ver?

Madre: El que pinta las bicicletas es Fernando, es un artista plástico. Un día le mande un e-mail y le ofrecí la pared de mi casa para que pinte la bici. Esas bicicletas representan al desaparecido... Cuando se lo llevaron, la bicicleta quedó ahí.
Ahora pinta sobres en los umbrales de las puertas de las casas. Y esos sobres son para que vos pienses que esperás que te traiga el sobre. Esta mañana me estaba bañando... cuando salgo a la puerta veo un sobre. Ni me acorde de Fernando. Lo quise levantar y estaba fresquita la pintura y quedó como arañado el sobre. ¿y sabés que es eso? Que siempre espero. Espero una noticia. ¿Qué noticia? No se, pero espero una noticia. Treinta y pico de años... y todavía, adentro mío, estoy esperando una noticia.

alumnos de 3er año de comunicación